A la hora de comprar una casa una de las decisiones a tomar es si queremos que se trate de una casa nueva o una de segunda mano que requiera una reforma. Decantarse por una o por otra opción depende de múltiples factores relacionados con nuestros gustos, necesidades y posibilidades.
Parece claro que el precio final de la operación es la clave para tomar la decisión, si bien es cierto que en las viviendas de segunda mano a reformar se puede negociar mejor el precio aludiendo a los defectos y el precio de salida suele ser más bajo, también es cierto que en muchas ocasiones la reforma a realizar requiere una inversión que supera con creces el precio de una vivienda nueva.
Ahora bien ¿cuánto cuesta reformar una casa? Para poder obtener una cifra ajustada es importante planificar bien el proyecto, valorando tanto los aspectos generales como los propios de cada estancia. Es importante tener en cuenta que en viviendas con más de 30 años de antigüedad no se trata sólo de algo estético, sino que la reforma implicará elementos estructurales, de cañerías, ventilación, aislamientos, etc., por lo que hay que comprobar que no hay defectos graves tanto en el piso como en el edificio (humedades, estabilidad, bajantes mal colocadas…). No olvides reservar un 10% del presupuesto de la reforma para imprevistos e inconvenientes que puedan surgir.
Sin embargo, como decíamos, gustos, necesidades y posibilidades son las variables que entran en juego a la hora de tomar una decisión por lo que el precio no lo es todo y otros aspectos como la ubicación y poder obtener una vivienda al gusto tras la reforma, también son fundamentales.
Cuando encontrar una casa nueva en el centro y con una distribución acorde a nuestras necesidades y deseos sea una auténtica odisea, la solución es comprar para reformar, ya que puedes encontrar viviendas de segunda mano en el centro con una mejor relación ubicación-precio y, la posibilidad de negociar el precio debido a la necesidad de reformas te dará margen para contar con un presupuesto que te permita tirar el piso entero para empezarlo de cero, diseñando la vivienda que siempre has querido.
Por último, te recomendamos que compruebes bien los gastos fijos y variables, a los que deberás añadir en el caso de una vivienda nueva el IVA y en el de una casa de segunda mano, el Impuesto de Transmisión de Patrimonio –ITP.