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Viviendas sostenibles: requisitos y beneficios

Vivienda sostenible requisitos y beneficios

Las viviendas sostenibles son aquellas que, siendo respetuosas con el medio ambiente, aprovechan todos los recursos disponibles para reducir el consumo energético y, por tanto, ayudan a ahorrar en las facturas domésticas, algo que siempre se agradece.

La UE pretende liderar la descarbonización de la economía de aquí a 2050. Para conseguirlo, el llamado Marco sobre Clima y Energía para 2030 establece tres objetivos clave de cara a esa fecha:

  • Disminuir un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Conseguir que las renovables alcancen una cuota mínima del 32% en el consumo final de energía.
  • Mejorar la eficiencia energética en un 32%.

Para lograr estos objetivos es fundamental que la construcción de viviendas sea más sostenible.

Ahora bien, qué diferencia una vivienda sostenible de las demás. Nos viene a la mente el ahorro energético, que los electrodomésticos sean eficientes, un buen aislamiento y el uso de materiales sostenibles. Pero una vivienda sostenible va más allá y requiere cumplir ciertas características entre las que destacamos:

– La ubicación: las viviendas sostenibles forman parte de un entorno ya desarrollado que cuenta con servicios básicos existentes y próximos a los que se puede llegar caminando o en bici. También cuenta con acceso a transporte público de calidad y red de carril bici.

– Arquitectura pasiva: este tipo de viviendas se construye con base en las conocidas como estrategias de arquitectura pasiva, que son aquellas que aprovechan los recursos y reducen la demanda energética.

– Fuentes renovables: Los recursos del entorno y su máximo aprovechamiento son la clave de estas viviendas. Dice la Directiva Europea 2010/31/UE de edificios de consumo nulo de energía que La cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en una amplia medida por energía procedente de fuentes renovables, incluida energía procedente de fuentes renovables producida in situ o en el entorno. Así, radiación solar, vegetación, viento y demás elementos, son exprimidos al máximo.

– Materiales adecuados al clima del entorno y respetuosos con el medioambiente a lo largo de su vida útil. En la construcción de una vivienda sostenible se utilizan materiales reciclados y rápidamente renovables. Además, sería bueno que fueran materiales del propio lugar (km 0). Cada material debe disponer de su declaración ambiental de producto (dap o EPD).

Y otras características como: Envolvente térmica óptima y sin filtraciones de aire; Instalaciones eficientes: calefacción, iluminación y domótica; Autosuficiencia energética y sistemas de ahorro de agua; Formas sencillas y compactas y orientación adecuada; Ventilación diferente que garantiza la calidad de aire interior.

Si una vivienda cumple estos requisitos se considera que es sostenible, lo que revierte en el bolsillo del usuario en diversas formas de ahorro. Así, además de las hipotecas verdes que ofrecen ciertos beneficios a quien adquiere una de estas viviendas, el ahorro diario se nota en un consumo energético hasta un 80% inferior al de la vivienda tradicional, disminución de la demanda de agua en un 40%, reducción de los gastos de funcionamiento y mantenimiento un 7%-8% y aumento del valor de tasación por la calidad de su construcción hasta un 25% en el caso de la rehabilitación.

En Europa se dan muchos casos de viviendas sostenibles, pero entre todas destaca Biocasa_82, la primera vivienda en Europa en recibir el prestigioso certificado LEED. Esta construcción unifamiliar ha conseguido emitir hasta un 60% menos de CO2 que la media registrada en los edificios tradicionales gracias al método Welldom.

En España, destacan cinco viviendas, Vivienda geodésica en Murcia, Pabellón de cristal en Granada, Casa Montaña en Asturias, TR House en Barcelona, Casa GG en Barcelona.