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¿Qué hacer para que los equipos regresen a la oficina?

Imagen de rorozoa en Freepik

La pandemia impulsó la aparición, aunque ya estaba en proceso, de las nuevas formas de trabajo. Ser conscientes que las nuevas tecnologías podían permitirnos trabajar desde cualquier lugar, hizo que no fuese demasiado “traumático” para las empresas el confinamiento y las limitaciones que trajo el Covid.

Pero ¿qué ha pasado después?

La paulatina “vuelta a la oficina” ha estado acompañada de sistemas de trabajo híbrido, en los cuales el porcentaje de teletrabajo y trabajo presencial, han ido ajustándose a la medida de las necesidades de las compañías.

Muchos sistemas distintos: trabajar tres días en la oficina y dos en casa, horarios flexibles, calendarios de asistencia a la oficina por departamentos, bonificación con disponibilidad de aparcamiento.

Muchos equipos de trabajo aceptaron estas nuevas tendencias, aunque una gran mayoría ha decidido trabajar desde casa. Lo prefieren, están más cómodos, se organizan mejor, no han dejado de ser productivos, han conseguido conciliar su vida personal y profesional…

Sin embargo, independientemente de que la empresa en cuestión compruebe que la productividad del empleado está al 100% (o incluso haya aumentado), surge otra cuestión importante: tengo una sede, oficinas implantadas, mesas, sillas…vacías.

Todo eso son m2 que para las compañías suponen un coste importante, y entra en juego el “qué hago para que vuelvan”, “qué hago para que prefieran trabajar en la oficina que en su casa”.

Muchos profesionales durante estos años han hablado de este tema, dirigiendo esa necesidad de que los equipos vuelvan a la sede, en la adecuación de los espacios de trabajo, nuevas implantaciones más atractivas, diseño más “cool”, etc. Si la oficina es más bonita y agradable, quizá la gente tenga más ganas de volver.

Otro detalle ha sido las amenities en el inmueble: clases de yoga, espacios colaborativos de trabajo, office con detalles como fruta fresca todos los días, barbacoas los viernes, la fiesta del “empleado del mes” …

En algunos, muchos casos, ha funcionado y los equipos de trabajo han valorado estas cosas y han vuelto a ocupar sus puestos de trabajo.

Otras compañías han valorado más la cuestión social. Es decir, los equipos de trabajo que no van a la oficina pierden sentimiento de empresa. Si, son conscientes de que forman parte de una estructura empresarial, con compañeros de trabajo, jefes, secretarias, CEO…pero no los ven, no los viven, salvo en las video reuniones habituales.

Se pierde la sensación de “equipo”, no dejamos de ser “animales sociales” y esto en una estructura empresarial, es un problema.

¿Y cuál es la solución?

Pues un mix de todo esto; facilitar la flexibilidad de horarios de asistencia, reorganizar los espacios de trabajo para hacerlos más atractivos y adecuados a estas nuevas formas de trabajo, organizar eventos, incluir amenities que hagan que los equipos tengan ganas de verse.

Estas tendencias siguen evolucionando, cada compañía establece las suyas propias, desde la vuelta a lo tradicional, al híbrido entre teletrabajo y presencial, pasando por barbacoas los viernes o torneos de paddle.

Tienen trabajo los CEOS y directores de RRHH para que los equipos de trabajo vuelvan a tener sentimiento de “empresa” y quieran volver a la oficina. Tienen trabajo los propietarios de los edificios o Facility managers de las compañías para que el workplace de sus inmuebles se adecue a estas nuevas tendencias y que las oficinas sean más atractivas, cómodas y flexibles, y en ellas “pasen cosas” para que los equipos quieran regresar.

Y tenemos trabajo los consultores inmobiliarios, para estudiar cada caso en cada compañía y poder ofrecerles una solución adaptada a sus necesidades.

Esto ha venido para quedarse…y evoluciona muy rápido.